Seamos sinceros, procesadores de texto como Word, con su maravilloso corrector ortográfico, ha sido uno de los mejores inventos para los escritores. Es como tener a un amigo chivándote los errores en tu texto, pero ojo, no es infalible, y es que, aunque Word caza al vuelo los errores ortográficos, no es tan espabilado cazando los errores gramaticales.
Eso puede provocar que en más de una ocasión nos dé por buena una palabra que está fuera de contexto.
En este caso hablaremos de las palabras FRIO y FRÍO, que aunque solo las separa una tilde, esa tilde puede cambiar todo el sentido a una frase.
Así pues, si hemos salido de casa por la mañana sin chaqueta pensando que ese sol de marzo calienta como si fuera de agosto, lo que va a pasar cuando anochezca es que acabaremos pasando FRÍO (Con tilde).
Pero si vamos a casa de nuestra madre a comer, es probable que oigamos eso de «ay, cada día estás más delgado, en nada te FRÍO unos huevos» (Con tilde).
Por otro lado, si cuando nuestra pareja al llegar a casa nos pregunta que hemos comido, en ningún caso le podemos decir «mi madre me FRIÓ unos huevos» porque FRIÓ (con tilde) no existe, lo correcto sería «mi madre me FRIO unos huevos». Os podéis encontrar con algún texto anterior a la reforma ortográfica de la RAE de 2010, pero aplicar esa tilde ya no sería correcto.
Así que cuidado, porque si nos dejamos la tilde (que será más habitual que poner una tilde accidentalmente), podemos soltar barbaridades del tipo:
«Pues sí que hace frio hoy», que sería como decir «Pues sí que sofrió hoy».
En resumen:
FRÍO: Descenso de temperatura, o carácter distante. Primera persona del singular del presenta del verbo ‘freir’
FRIO: Tercera persona del singular del pasado perfecto de indicativo del verbo ‘freír’.
¡Hasta la próxima!